
Manifiesto del Partido Pasivista
Carlos Velázquez
El manifiesto del partido pasivista comienza: “La historia de todas las relaciones es la lucha de clases por el ano.” Con el objetivo de hacer un partido de pasivas, de analsocialistas, se declaran los puntos principales de este partido; la confrontación de los mayates y las pasivas; los tipos de ano; su descripción cuasi patriótica del culo y la unión que clama: “Pasivas unidas, jamás serán activas.”
Para Wenceslao Bruciaga
Un fantasma recorre México: es el ano de la pasión. Todos los anos, perforados y sin perforar, taladrados y sin percudir, desgarrados e inmaculados, todos, voraces, hambrientos, descarriados, se han unido en una santa cruzada para imponer un (viejo) nuevo orden mundial: el pasivismo.
Cómo vamos a ser activas. Hemos proferido en son de lucha. Es una la del deber. La que se arrastra por la barbacoa los domingos. Mientras el mayate reposa la cruda de caguama. Es una la que se traga la de trailero, la de albañil, la de chofer de ruta, para pagar las garras del mayate en Coppel. Es una la que se despoja de la línea de coca de la nariz para ofrendársela al malandro, al cholo, al expresidiario. Cómo vamos a ser activas. Por qué. Para qué.
De esta práctica escurren tres enseñanzas:
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Siempre existirá un culo hambriento a las cuatro de la mañana.
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Si la tiene chica es mujer.
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Las tetas no caen del cielo.
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El mayor karma del universo es ser pasiva.
Es tiempo de que las pasivas expongan su ano al mundo como la única religión verdadera. El que no conoce el culo a cualquier santo le reza.
Con este fin, pasivas de todas las calañas: vaquerobvias, travoltas, travesaños, vestidas, travelos, travestis y transgénero nos hemos reunido en la cantina los Gallos y hemos redactado el siguiente manifiesto.
I. MAYATES Y PASIVAS
La historia de todas las relaciones es la lucha de clases por el ano.
El peregrinar eterno para reclamar la tanda. La fila infinita para la reliquia. Talonear la Morelos a deshoras para pescar al bugarrón. Ejercer de activa. Disputarse al cliente: la menos cacariza gana. Y buenas con la chalupa. Al son de la Negra. Una travesti culta sabe quién es Olga Guillot. Sacrificarse como una puta santa. Inmolarse para complacer al mayate. Porque este culo no cualquiera. Le arrojas una piedra y jamás hace eco. Este culo que si no fuera por el malviviente que me espera en quintopatio no conocería caca más que la ajena. Este vórtice es capaz de todo por el bendito marigüano tatuado y pederasta que jura por San Juditas Tadeo que no le gustan los niños, miente pero yo le creo. Como la Trevi, con los ojos cerrados, iré tras de él. Al Cereso. Al tribunal. A la correccional. Según la edad.
La pasiva es una obrera y el ano su señor feudal. Basta aplastarse en una banquita de la Plaza de Armas al caer la tarde. A admirar a los mayates en flor. Babear ante el paisaje: un desfile chacal de albañiles. Que no fingen. Todos son caquines. No, no son pedos lo que se escucha, son los suspiros del ano. El ano aventurero. Que chiflaría, si tan sólo apretara un poco. Las pasiva sabe que no existe mejor piropo que “aquí traigo pa tu piedra papacito”. Y que una verga se conquista agregando: “y pa que te la bajes con una caguama”. Joto sin dinero es una calamidad. Peor que el sarcoma. Que la corona de herpes alrededor del glande. Que el condiloma. Que la madre golpeada por el malandro a causa del alucine del chemo.
El culo es un dictador. Una muletilla. Un cobrador en moto. Como todo tirano no conoce el agotamiento. Su misión en la vida es estrangular. Sofocar. Exprimir. Engullir lo que se le interponga. Camioneros, yeseros (ande, comadre, esos échemelos sin bañar), taxistas, choferes de Uber y maquilocos. Y que nadie sepa mi sufrir, como canta la Sonora de Margarita. El mayate es la recompensa. A tanto abandono que nos propicia la méndiga vida. La muy puta. No existe alivio posible en este valle de lágrimas. Pero una encuentra el responso en el bulto de un panadero. Una trabaja para el hombre. Una rifa lo que se te imagine. Cobertores, dinero y el trasterío que se te antoje. Para llevarle sustento al mayate si se encuentra preso. Sus cigarros. Y pa su toque. No hay mejor carta de amor que el culo.
Para tener un mayate una tiene que ser adinerada. La pobreza ahuyenta. El culo es un medio de producción. Hay que producir. La industria del culo es lo que mantiene a la noche en marcha.
II. ACTIVAS Y PASIVAS
Cuál es el pecado de ser pasiva.
Las pasivas son opositoras a las activas. Pero no deben ser tratadas de “prende la vela y huye”.
Activas y pasivas son proletarias.
El único culto verdadero es la verga. No discrimina.
Las pasivas son el sector más numeroso dentro de los tipos de preferencia sexual de México. Pugnamos, con el puño en alto, no, perdón, con el puño dentro, por la abolición de la verga privada. El mayate es un bien del pueblo.
Las activas no nacen, se hacen. Por despecho. Porque el vecino no las toqueteaba. Por rencor social. Pero la pasiva lo trae en el alma desde el primer berrido. Si grita no es por la nalgada, es porque quiere más. Pégame, pégame, pero no me desacomodes la peluca. Qué no ves que me solté el cabello, me vestí de reina, me puse tacones. Pasivilla desde güerquilla. Que nuestro será el botox mal distribuido. Porque toda pasiva aspira a modernizarse. Adiós a la prótesis de aceite capullo en la nalgas. Bienvenido doctor Del Villar. Lo que se va a operar que se vaya desfigurando.
Pobrecita la pasiva que se ve orillada a voltearse. Aquella alma en pena que va arrastrando mayates. Que al calor de la piedra el marido en turno le pide que se lo coja. Pura sabrosura dirán las vestidas. Al disfrute nadie le hace el feo. Pero el riesgo que se corre es que al mayate le guste. Y prende la vela y huye. En delante es a una a la que le toca dar. Y de recibir, ni las buenas noches. Que el pelado bien cogido seguro se larga a dormir con la esposa. Y este culo qué. Este culo pide chichi. Este ano quiere su lechita. El mundo está lleno de este tipo de traidores. Hay que persignarse para no toparse con uno. Santa Pasiva, que me ponga saliva.
Pasiva que se le para no es pasiva.
El ano no es un poder personal; es una fuerza laboral. El culo unido, jamás será vencido.
Pasivas unidas, jamás serán activas.
Pasivas unidas, jamás serán activas.
Pasivas unidas, jamás serán activas.
Pasivas unidas, jamás serán activas.
III. CON LO PASIVA QUE SOMOS
1. Pasivismo reaccionario
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El ano lubrica con lo que sea: grava o nixtamal
La historia de la humanidad ha estado protagonizada por pasivas. El ano y sus apetitos han regido la manera de gobernar. No es un ano feliz aquel que se queda con hambre. Por eso tanta guerra, por eso tanto nazi. La mucosa anal no es lubricante vaginal. No le hacen falta cenas románticas. Un buen ano donde quiera se abre. No existe mejor lubricante que los hollejos de frijol.
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El ano pequeñoburgués
El ano es aristócrata. A su manera, conste. Para su divertimento: el sector laboral. Para su lubricación: el sector agrícola (hollejo). Para su saciedad: el régimen patriarcal. Todo padre lleva un mayate dentro. Ser pasiva es comulgar con la caca. Probar los siete tipos distintos de bugarrones clasificados por Arenas. Ay Reinaldo, por eso te llevó “el huevo”. Pero lo pasiveada quién te lo quita. A dos. A los soldados. A los sicarios. Ya todos lo saben. Ya las peluqueras lo saben, lo saben. Todos los del nixtamal, lo saben, lo saben.
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El ano socialista
El ritmo del ano es la cumbia. Aunque se le haga agua la boca al culo oyendo a Thalía, a Marisela, a Madonna, a Paulina Rubio, el himno que mueve al culo es la cumbia. Porque es al ritmo que se mueve el mayate. Es el soundtrack de las clases populares. A los pobres es a los que más se les para la verga. Por eso no existen mayates burgueses. Los varones ricos son la clase más pasiva entre las pasivas.
2. Pasivismo Burgués
La pasiva se aburguesa cuando el ano ya no le aprieta. Cuando ya sólo sirve para chapucear una semita. Es cuando el esfínter deviene cazuela. Y la cazuela es el arma de la jota. De la pasiva sin llene. Porque calamidad más grande en el mundo que un ano insatisfecho no existe. La pasiva vieja, la pasiva pobre, la pasiva sin liquidez es una flor marchita. Sin la leche que la nutra. Sin el mayate que la robe. Sin consuelo. Sin dádiva de carne.
3. El Pasivismo Utópico
Todo es perfecto en los planes perfectos del culo. Ay, si el culo hablara. Pa que dé santo y seña del mayate. Como si de historial crediticio de Elektra se tratara. Dónde quedaron esos tenis que le compré en la fayuca. Se la tuve que mamar a dos tenderos para completarle sus Nike. Porque muy mayate de barrio pero sus tenis de marca. Lo que sufre una por el amor. El culo es lo que perfuma la existencia.
IV. EL PARTIDO PASIVISTA Y EL REPUDIO A LO QUEER
Las pasivas luchan por alcanzar los objetivos del ano obrero.
Es menester de la condición pasiva pintar su raya con todas las otras malformaciones del temperamento que osan, en nombre de lo gay, profanar el más moral de los principios del joto: ser penetrado. Ser invadido por el miembro. Y para eso sólo existe un nombre: pasivismo.
Muerte a lo queer.
La creación del Partido Pasivista surge con el mandato de unificar a todas las pasivas del país en una sola organización. Un partido analsocialista. Pugnamos por un sindicato de anos que año con año celebre su propia marcha gay pasiva. Que cuente con su certamen gay pasivo anual. En el que actores activos externos no se vean involucrados. Así mismo declaramos nuestro repudio a iniciativas queer como el matrimonio por conveniencia. Y la adopción de hijos en parejas del mismo sexo. Lo que natura non da, ano non presta. Muerte a lo queer.
En resumen, resumido lo tenemos. Nunca falta el ano con hambre.
El mayate sólo mata por amor. O por dinero pa la piedra.
Si el mayate te ama te golpea.
Si me van a mayatear que me peguen de una vez.
Pasivas somos y en el ano nos glorificamos.
La pasiva será de estética o no será.
Vieras cuántas ganas tengo de morder la almohada.
La pasiva no nació para amar.
El ano más trompudo se lleva el mejor mayate.
Pasiva, hay que ver cómo es el amor. Que vuelve a quien lo toma: pasiva o jarocha. Pobre tonta, ingenua, charlatana. Que fue Pedro Sola por querer ser activa.
El ano es un marchantito.
El ano es el vórtice.
El ano es el que manda.
Ene con ene de ano.
Porque como decía Juan Gabriel: me caes bien.
Pasivas de México, uníos.
Carlos Velázquez (Torreón, 1978) Narrador. Colaborador de diversos medios nacionales e internaciones. Ha sido becario del FONCA y en 2012 recibió el Premio Bellas Artes de Testimonio Carlos Montemayor. Algunos de sus libros son La Biblia Vaquera (Sexto Piso, 2012), El karma de vivir al norte (Sexto Piso, 2013) y La marrana negra de la literatura rosa (Sexto Piso, 2010).